La influencia de la tecnología en la economía circular 

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La economía circular es un término que se utiliza para describir los beneficios medioambientales de los productos que se diseñan con la intención de ser reutilizados y reciclados, en lugar de producirse para un solo uso. La economía circular adopta la sostenibilidad como uno de sus principios clave. Porque la sostenibilidad consiste en encontrar formas de preservar y renovar los recursos para las generaciones futuras. En este sentido, la tecnología ha sido uno de los campos que, históricamente, ha sido más criticado por la cantidad de desechos que genera, la mala disposición de los mismos y grandes gastos de agua y energía eléctrica en su producción.

Aunque en teoría se trata de una idea de muchos años, le economía circular todavía es un conjunto de prácticas relativamente nuevo para la mayoría de las empresas. Por ello, los productores se están dando cuenta de que hay muchas cosas que desconocen sobre este cambio, por ejemplo, cómo asegurarse de que sus productos se reciclan y reutilizan realmente cuando se devuelven.

Cuando las empresas tecnológicas miran al futuro, deben entrar en el mundo de la economía circular. La misión de este movimiento es reducir los residuos mediante la reutilización continua de los recursos. La economía circular es una necesidad para las compañías que quieren limpiar su propia casa, y también para el planeta, adoptando una visión innovadora que promueva la sostenibilidad. Esta es una necesidad cada vez más crítica si se tiene en cuenta que el mundo moderno es cada vez más dependiente de la tecnología para la ejecución de tareas, desde las más básicas hasta las más complejas. Por tanto, la existencia de dispositivos tecnológicos de todas las gamas y funciones es cada vez más amplia. Esto es especialmente cierto en las empresas, donde una gran parte de ellas disponen de infraestructuras tecnológicas robustas para garantizar la continuidad de sus procesos.

El enfoque es sencillo: soluciones innovadoras que pueden ampliarse de forma sostenible. La economía verde ha sido durante mucho tiempo el centro de atención de algunas industrias, y ahora las empresas tecnológicas están entrando en el mundo de la economía circular. Es así como puede verse que la evolución en la forma de pensar del ser humano hacia un consciencia más amigable con el ambiente está obligando a los fabricantes tecnológicos y, por tanto, también a quienes hacen uso de las tecnologías de la información, a pensar en nuevas soluciones y métodos para reutilizar o reciclar dispositivos tecnológicos obsoletos. De igual manera han surgido nuevos paradigmas que permiten ahorrarse la adquisición de infraestructura tecnológica nueva o adicional que asegure la correcta operación de la empresa.

La escalabilidad es uno de los factores más importantes en cualquier modelo de negocio sostenible, y aquí es donde la tecnología puede desempeñar un papel crucial. Nos permite tomar lo que de otro modo podría ser sólo una buena idea con aplicaciones prácticas limitadas, y convertirlo en algo que realmente puede cambiar el mundo.

Por ejemplo: la computación en nube y la computación cognitiva. Estas tecnologías permiten a las organizaciones poner en común servidores virtuales y recursos informáticos físicos, como los dispositivos de red, para poder acceder a ellos de forma remota a través de una conexión de red. Esto significa que, en lugar de deshacerse del viejo hardware cuando se queda obsoleto o no se utiliza, las instituciones pueden reutilizar esos recursos a través de la virtualización para lograr una mayor utilización de los recursos existentes y, por tanto, una mayor sostenibilidad.

Pero incluso con los avances en la virtualización, muchas organizaciones de TI todavía no están utilizando plenamente su infraestructura existente. La computación en nube ofrece a las empresas otra forma de aumentar la eficiencia y reducir los costes. Además de permitirle utilizar menos hardware para sus necesidades de TI, la computación en nube también facilita a las entidades el aprovechamiento de las nuevas tecnologías porque no tienen que comprar tanto equipo por adelantado. Esto les permite invertir en ideas más innovadoras que podrían ayudarles a hacer crecer su negocio en el futuro.

La computación cognitiva es otro ejemplo de cómo la tecnología está transformando la economía circular. Los sistemas de computación cognitiva utilizan algoritmos e inteligencia artificial (IA) para encontrar patrones en los datos y hacer predicciones sobre eventos futuros, como, por ejemplo, calcular cuando una pieza de un determinado equipo se va a desgastar y, de esa manera, reemplazarla antes de que falle.

Aquellas piezas reemplazadas que aún sean aprovechables pueden ser reutilizadas posteriormente. Estos son los pequeños detalles que cada empresa debe analizar, no solo en aras de optimizar sus procesos y reducir sus costos sino también con el objetivo de dejar una huella consciente con el medio ambiente.

Finalmente, otra opción que podrían considerar las empresas es optar por contratar Infraestructura como Servicio (IaaS). Por medio de este modelo, la compañía interesada puede pagarle al proveedor de dicho servicio una cantidad periódica a cambio de poder usar los recursos físicos del proveedor como, por ejemplo, una cantidad determinada de espacio de almacenamiento en sus servidores, o el uso de su red para determinadas labores, entre otros. 

Esto permitirá que el cliente evite gastar en nuevos dispositivos, que probablemente se convertirían en desechos tecnológicos en el futuro, además del ahorro en gastos de energía eléctrica.

En conclusión, la economía circular es una realidad que está cada vez más cerca para las compañías de todas las industrias. Las empresas tecnológicas tienen una oportunidad única de liderar la carga hacia un futuro más sostenible, pero para ello deben mirar más allá de la economía lineal tradicional. 

Igualmente, si se mira desde una perspectiva estratégica, adaptarse a las necesidades y exigencias ambientalistas permitirá incrementar el nivel de competitividad y reputación de la empresa, ya que los consumidores modernos ven con buenos a aquellas organizaciones que buscan adaptar sus procesos para hacerlos más respetuosos con el ambiente.

Con los recursos disponibles hoy en día, como la virtualización, la computación en la nube y la computación cognitiva, las organizaciones pueden aplicar soluciones sostenibles que van más allá del ahorro de energía.

No obstante también es importante que estas iniciativas vengan desde los propios fabricantes de tecnologías, ya sea manufacturando dispositivos con una duración más larga, que evite tener que reemplazar los equipos o sus partes constantemente; innovando en la producción de sus productos con componentes más amigables con el medio ambiente o, también, creando planes y programas para la correcta disposición de los desechos tecnológicos, permitiendo reciclar y/o reutilizar la mayor cantidad de equipos y componentes posibles.

Los especialistas de Data y Service están a disposición de las compañías para asesorarles en la implementación de soluciones de infraestructura TI acordes a las necesidades corporativas pero que también se adapten a las tendencias del mercado y la economía, procurando el mejoramiento en la eficiencia de los procesos internos de cada cliente.  

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