Casi todos tenemos hábitos diarios, incluso aquellos que se enorgullecen de crear una nueva forma de hacer las cosas. Sin embargo, algunos de estos hábitos los llevamos con nosotros en detrimento. Y por nuestro perjuicio, me refiero a las repercusiones en el mundo real o en la red.
Esta lista no aborda nada que afecte específicamente a la seguridad en línea, pero sí enumera las actividades que pueden suponer un riesgo para la seguridad y la privacidad en línea. Lo mejor que puede hacer un usuario es tomar cualquier actividad que suponga un riesgo para la privacidad y cambiarla para que no suponga un riesgo para la privacidad o la seguridad online.
Hay muchos hábitos online que recomendamos cambiar para estar más seguros. A continuación, una lista de los seis principales:
Estas aplicaciones también quieren que les concedas permisos y los usuarios suelen hacerlo sin leer la letra pequeña ni pensarlo.
Muchas aplicaciones piden acceso a tus contactos o a tu ubicación, lo que no es necesariamente malo, pero si no sabes por qué lo quieren, puede ser peligroso.
Es fácil para los hackers crear un falso punto de acceso Wi-Fi y robar información de cualquiera que se conecte.
Si tienes que utilizar una red Wi-Fi pública, asegúrate de cerrar la sesión de cualquier cuenta que contenga datos sensibles y desactiva el autocompletado en sitios web como Facebook y Google.
Si es posible, utilice la red de su operador de telefonía móvil en lugar de conectarse a través de una red ad-hoc como la Wi-Fi pública o el Bluetooth.
Si recibe un correo electrónico con un archivo adjunto que parece sospechoso (normalmente porque la dirección de correo electrónico no coincide con el remitente), elimínelo inmediatamente.
Últimamente hemos recibido varios correos electrónicos que dicen ser de nuestro banco o de la compañía de la tarjeta de crédito, pero que en realidad son estafas que intentan engañar a la gente para que descargue malware en su ordenador.
Nunca envíes información personal por correo electrónico, aunque parezca una solicitud oficial de tu banco o compañía de tarjetas de crédito.
Hay muchas maneras de que los delincuentes accedan a sus cuentas sin tener nunca su contraseña o las respuestas a las preguntas de seguridad; todo lo que necesitan es su nombre.
Los ataques de malware más importantes se están produciendo contra los sistemas operativos más antiguos, especialmente Windows XP.
Esto se debe a que los nuevos sistemas operativos tienen mejores características de seguridad que dificultan el acceso de los hackers.
La contraseña ya no es suficiente para proteger sus cuentas en línea, ya que los hackers pueden utilizar ataques de fuerza bruta para descifrar las contraseñas con relativa facilidad.
La autenticación de dos factores requiere que introduzcas una contraseña junto con un código de un solo uso enviado a tu número de teléfono móvil o a tu cuenta de correo electrónico para poder iniciar la sesión.
Nuestros hábitos son los que nos definen y nos hacen únicos, pero esos mismos hábitos pueden exponernos a ataques. Si estudias la lista de malos hábitos, a menudo asociados a las redes sociales más populares, te das cuenta de que todos ellos pueden abrir oportunidades para que los hackers accedan a tus distintas cuentas e información personal.