No es un secreto que la seguridad y la protección de los datos son un gran problema. El incremento en la cantidad, intensidad y nivel de especialización de los ataques cibernéticos es un hecho bastante preocupante. De hecho, más de la mitad de los responsables de TI se han visto afectados por una violación de datos en los últimos cinco años.
Y, aunque es fácil suponer que la mayoría de estos ataques provienen de fuera de la organización, lo cierto es que el 55% de los ataques pueden deberse a prácticas de seguridad internas deficientes.
Si bien esto último no significa necesariamente que los ciberataques vengan desde dentro de la organización o que los usuarios sean los culpables de cualquier brecha de ciberseguridad, si quiere decir que tomar las medidas de protección adecuadas servirá para contrarrestar el impacto de un potencial ataque.
Además, involucrar a todos los actores que participan en la actividad empresarial es fundamental para cimentar una política de ciberseguridad integral que la blinde frente a las amenazas desde todos los ángulos.
Los ataques de ransomware son uno de los problemas más graves en la seguridad cibernética. Este tipo de ataques son extremadamente dañinos para las empresas, porque bloquean los datos y exigen un pago para liberarlos.
Fuera de ello, el impacto financiero, legal y de reputación que generan sobre la empresa puede causar serios daños a la compañía, motivo que debería ser más que suficiente para prestar más atención a la protección de los datos críticos de la empresa.
La buena noticia es que hay muchas maneras de mitigar los riesgos y prevenir las violaciones de datos antes de que ocurran. Es necesario desarrollar planes de prevención, mitigación y recuperación que cubran todos los frentes de la empresa.
Estos planes, bien diseñados, deben contener todas las acciones y estrategias que la empresa debe emprender con el objetivo de estar preparados ante cualquier eventualidad que vulnere la seguridad de sus datos y afecte la continuidad del negocio. Estar prevenidos ante cualquier incidente, sea del tipo cibernético o de otra naturaleza, permitirá tomar decisiones adecuadas y saber cómo actuar en el momento en que la crisis sobrevenga.
Una estrategia consiste en mantener el software actualizado mediante la aplicación de parches a las vulnerabilidades tan pronto como se descubran. Esto es especialmente importante cuando se trata de ataques de ransomware: este tipo de amenazas tienen éxito porque muchas organizaciones no mantienen su software actualizado o parchado, dejándolas vulnerables a los ataques. ¿Y si aún no lo ha hecho? Ahora es el momento.
¿Otra forma de reforzar sus prácticas de protección de datos?
Auditar periódicamente todo el hardware y el software en busca de actualizaciones y parches de seguridad, también le permitirá encontrar vulnerabilidades y remediarlas a tiempo; luego probar su plan de recuperación de desastres (DRP) para saber que funcionará cuando sea necesario.
También debería considerar la instalación de una solución de protección de datos con múltiples capas de protección, que le permitan detectar, prevenir, proteger y neutralizar, brindando una seguridad integral y continua de la información vital.
Puede contemplar también, en la medida de sus posibilidades, contratar un servicio de SOC o incluso implementar uno dentro de su compañía, que se dedique específicamente al monitoreo de sus redes, sistemas, dispositivos, detectando anomalías o riesgos de seguridad en tiempo real y poder resolverlos antes de que materialicen.
¿Otro elemento fundamental?
Capacitación de usuarios. Es cada vez más claro que mantener a los empleados educados y actualizados sobre los métodos de engaño utilizados para disfrazar ransomware u otros tipos de ataques, hace una gran diferencia.
Esto cobra especial valor cuando se entiende que, la mayoría de los ciberataques provienes de usuarios descuidados y desinformados que acceden a enlaces o archivos adjuntos de fuentes desconocidas, sin tomar las precauciones mínimas de seguridad. Por eso, centrar una parte de los esfuerzos en educarlos es pieza clave de la estrategia de ciberseguridad.
De igual manera, un enfoque proactivo es esencial cuando se trata de proteger sus datos; por eso también puede pensar en la Recuperación de Desastres como Servicio (DRaaS) como una alternativa óptima que le permita proteger su información más eficazmente. Una solución basada en la nube debe ser considerada como líder en la protección de sus sistemas y datos críticos locales.
No obstante, también existe la posibilidad de contratar soluciones de recuperación de desastres fuera de la nube, si así lo prefiere, que le brindarán de igual manera una protección avanzada de los datos y tiempos cortos de recuperación y restauración, para que la afectación al negocio sea mínima. Si algo es claro en este punto, es que tener un Plan de Recuperación de Desastres (DRP) estructurado, probado y actualizado, es vital para la supervivencia organizacional posterior a un ataque.
Hay pocas cosas más devastadoras que el ransomware. Una vez que infecta sus sistemas, tiene poco o ningún control sobre la situación, y hay pocas posibilidades de recuperar los datos perdidos sin pagar a los criminales que están detrás. Una vez que comprenda el impacto potencial, podrá tomar medidas adicionales para reducir los riesgos para la infraestructura y los datos de su negocio.
Sea consciente, además, que pagar por el rescate de su información no es la mejor decisión. Si bien muchas compañías infectadas por ransomware han acudido a esta alternativa, la verdad es que pagar no significa necesariamente que:
- El ataque no volverá a ocurrir.
- El atacante no hará cobros adicionales.
- El atacante le devolverá el acceso a su información.
La única manera de prevenir y actuar ante el ransomware es con una sólida estrategia de copia de seguridad y recuperación. Esto podría incluir un servicio de recuperación de desastres basado en la nube, o incluso una combinación de copias de seguridad físicas y virtuales.
Asimismo, complemente su Plan de Recuperación con un Plan de Ciberseguridad completo, actualizado y alineado con los objetivos de su negocio y con el DRP. De esta manera, se podrá asegurar de poder mantener sus datos resguardados y su infraestructura protegida; y, en caso de que un incidente de ciberseguridad llegara a ocurrir, podrá desplegar su Plan de Recuperación de Desastres que le permita retomar la operación de su empresa y restaurar los datos según lo establecido en el plan.
Tómese su tiempo con los puntos aquí mencionados y asegúrese de que se comunican a todos los empleados antes de que se produzca un ataque y estará preparado para recuperarse si se produce uno. También evalúe los puntos débiles y falencias dentro de sus procesos, ello le dará la visibilidad necesaria para hacer ajustes y reformas que fortalezcan su postura de ciberseguridad. Respalde su información, es la única manera de asegurarse la continuidad de su negocio posterior a un ataque.
Seguir estos pasos puede parecer costoso o incluso innecesario para algunos, pero recuerde que los costos promedio de un ciberataque (y sus consecuencias) son mucho más altos que una inversión en ciberseguridad y continuidad, no solo en términos financieros o legales, sino también en tiempo de inactividad, pérdida de datos y daños a la reputación. Tomar las medidas adecuadas para prevenir, mitigar y recuperarse de tales consecuencias está en sus manos.