La automatización de la industria es una tendencia creciente. Las empresas están cambiando sus procesos de trabajo para asegurar que su talento, experiencia y conocimiento estén disponibles en todo momento, en cualquier lugar. Es el proceso de utilizar la tecnología para automatizar tareas que normalmente habrían sido realizadas por personas. Esto puede incluir la inteligencia artificial, robots autónomos y la realidad virtual (VR).
Los sistemas automatizados se utilizan en la fabricación, el transporte, la robótica, el procesamiento de datos y otros lugares de trabajo en los que las tareas están definidas por requisitos operativos y los tiempos de respuesta son importantes.
Beneficios de la automatización:
Más productividad y rendimiento:
La automatización puede ayudar a las empresas a hacer crecer su negocio al permitirles producir más bienes y servicios con menos esfuerzo de los empleados. La automatización también permite a las empresas aumentar su capacidad de producción para satisfacer el aumento de la demanda, manteniendo al mismo tiempo altos estándares de calidad.
Menores costes:
Las tecnologías de automatización reducen los costes de mano de obra al eliminar la necesidad de trabajadores humanos que requieren paquetes de compensación, como prestaciones de seguro médico o tiempo de permiso pagado. También reducen los costes generales relacionados con los programas de formación de los empleados, ya que los robots no necesitan instrucción o supervisión in situ una vez que están en funcionamiento.
Mayor seguridad:
Con menos empleados trabajando en las fábricas o plantas industriales, el riesgo de accidentes disminuye significativamente debido a una menor exposición.
La automatización no sólo consiste en sustituir la labor humana por máquinas, sino también en redefinir lo que consideramos “trabajo” en primer lugar. Cuando automatizamos tareas que antes considerábamos “trabajo”, abrimos oportunidades para crear nuevos puestos de trabajo y mejorar los existentes.
Esto hace que la automatización sea un arma de doble filo: si bien puede utilizarse para reemplazar el trabajo humano, también puede utilizarse para crear nuevos puestos de trabajo que requieran mayores habilidades que antes. La mejor manera de pensar en la automatización no es como un sustituto de las personas, sino como un facilitador para las empresas y los individuos por igual.
Asimismo, ayuda a reducir los errores en las tareas repetitivas y permite a los empleados centrarse en tareas de mayor nivel. La automatización también puede acelerar los procesos y aumentar la eficiencia de la producción.
No obstante, otro aspecto que se debe tener en cuenta a la hora de implementar tecnologías de automatización es la ciberseguridad. Es fundamental que las compañías que pretendan automatizar su procesos entiendan que esto debe ir acompañado de un reforzamiento o ampliación de la estrategia de ciberseguridad que incluya todos aquellos elementos tecnológicos que contribuyan a la automatización pues, de no ser así, estos podrían representar un puerta de entrada de intrusiones, ataques o amenazas que vulneren la protección de su información.
En síntesis, a pesar de que la llegada de la automatización a las compañías ha sido una causa de incertidumbre y temor para las personas, quienes se preocupan por la probabilidad de perder sus trabajos por tecnologías que pueden ejecutar sus labores más rápida y eficazmente, la verdad es que no tiene que ser así. La automatización también puede percibirse como un “aliado” que buscará contribuir no solo a la disminución de los riesgos en la ejecución de ciertas tareas, sino también que ayudará a que la gente puede ocuparse en actividades más especializadas y, tal vez, generar más oportunidades para todos.